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        El Colegio Público Isabel la Católica se halla ubicado en los límites del casco antiguo de Valladolid, antiguo barrio de la Judería, y próximo al centro urbano.

Su fachada principal se encuentra en la Plaza de San Nicolás, y la posterior está en la Plaza de Carranza. Por la derecha, mirando frontalmente, tiene la Calle del Puente Mayor, y a la izquierda, la calle Imperial.

El barrio de San Nicolás forma parte de los espacios tradicionales que rodean el centro histórico de Valladolid. Posee presencia histórica propia desde el siglo XI con un peso demográfico suficiente como para que los Condes de Ansúrez, Don Pedro y Doña Eylo, se preocuparan en construir la iglesia-convento de San Nicolás, cercana al Puente Mayor, una de las primitivas de Valladolid. Fue reedificada en 1544 por órdenes de Doña María Sáinz de Salcedo. El convento fue demolido por las tropas francesas el día 3 de agosto de 1809 mientras que la iglesia se utilizó como lugar de emplazamiento de soldados franceses y más tarde como fuerte. Su decadencia será progresiva hasta llegar en el siglo XIX a ser un simple almacén de maderas.

La población de este barrio se vio acrecentada por el asentamiento en él de la judería mediado el siglo XV, aquí se mantendrán hasta su expulsión en el 1492. Tras ésta, nuevos colonos, en este caso cristianos, se ubican en el barrio, dándose al recinto el nombre de Barrio Nuevo y discurría en torno a las actuales calles Tahonas, Lecheras y Sinagoga (recuerdo de la judería que la pobló).

En 1740 los religiosos Trinitarios Descalzos se instalan en el barrio y poco después cuando esa orden desaparece, su convento pasará a ser la actual iglesia parroquial de San Nicolás de Bari.

En la misma Plaza de la Trinidad y junto a la citada Iglesia, ocupa una destacada posición el palacio de los Condes de Benavente, el que más tarde sería Hospicio Provincial y Casa de Maternidad y que hoy en día alberga la Biblioteca Pública de Castilla y León.

Frente al citado edificio nos encontramos con el convento de San Quirce, ocupado por la comunidad de religiosas conocidas como las Bernardas, con su iglesia que data de 1622.

Si continuamos nuestro paseo por la calle Expósitos llegaremos al actual Museo de Arqueología, en otro tiempo la casa de Fabio Nelli de Espinosa, rico negociante que se hizo construir una suntuosa casa en el año 1594.

Si nos dirigimos ahora hacia la izquierda llegaremos a la Plaza de Santa Brígida (antes conocida como plaza de los leones), que está considerada parte de la Zona Real.

La Zona Real toma este nombre porque en los siglos XVI y XVII fue residencia de algunos monarcas y otros personajes distinguidos. Aquí nos encontraremos con el Palacio Real, construido en el siglo XVI, fue residencia de Felipe III y en 1605 vio nacer al futuro Felipe IV. Durante la guerra de la Independencia fue un importante centro militar donde se alojaron entre otros José I y el mismísimo Napoleón. A finales del siglo XIX se instaló en él la Capitanía General y actualmente es la sede de la Segunda Jefatura de la Región Militar Noroeste.

Frente al citado edificio nos encontramos con la Iglesia de San Pablo. El conjunto fue fundado en 1276, año en que la orden de los dominicos se instaló en Valladolid, pero sufrió importantes modificaciones en la segunda mitad del siglo XV. Su fachada es una de las señeras del arte gótico.

En un lateral de la Plaza San Pablo nos encontramos con el Palacio Pimentel, uno de los edificios de mayor abolengo de la ciudad. Fue residencia de Carlos V y vio nacer a su hijo Felipe (futuro Felipe II). La Diputación adquirió el edificio el siglo pasado y sigue en él tras una restauración reciente.

Si nos adelantamos por la calle Cadenas de San Gregorio podremos encontrar el Palacio del Marqués de Villena, que aunque hoy es conocido con este nombre, tuvo otros a lo largo de la historia dependiendo de la familia que lo adquiriera y lo habitara en cada momento. Así a finales del XIX fue conocido como Palacio de los Marqueses de Alonso Pesquera y cuando la familia decide venderlo pasó a ser sede del Gobierno Civil. En 1982 fue adquirido por el Museo Nacional de Escultura  como edificio anejo para exposiciones.

Unos pasos más adelante nos harán desembocar en la Plaza de Federico Wattenberg, que homenajea al que fue director del mencionado Museo desde 1961 hasta su fallecimiento en 1967. Y presidiendo la Plaza nos encontramos con el Colegio de San Gregorio que en sus inicios en el siglo XV estuvo dedicado a la enseñanza de la Teología. Más tarde, ya en época napoleónica, sirvió de cuartel, después fue Gobierno Civil, Universidad, Instituto y Delegación de Hacienda hasta que en 1933 se instaló allí el Museo Nacional de Escultura.

Hasta aquí llegó el pequeño paseo por nuestro entorno.